Aunque ni lo piense ni lo quiera, soy en mi ambiente un anuncio y un creador de ideales y valores (una especie de evangelio): buena o mala cara, sosiego y profundidad o superficialidad... son rostros de la verdad que vivo. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Esto sólo es posible cuando reconocemos la presencia de Dios en cada persona y la anunciamos, ante todo, con el testimonio.
Cuando dejamos que Dios obre a través de nosotros, testimoniamos la creatividad de su amor por cada persona que encontramos.
El amor inventa mil maneras de servir, de satisfacer las necesidades del otro, para hacerlo feliz.
La creatividad del amor logra su objetivo cuando lleva al otro a decir con convicción: ¡Dios me ama inmensamente!
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento