Así, por su nombre; como se llama al hermano o al amigo, Jesús. Si me atrevo a llamarle así, quiere decir que nos conocemos, que vive conmigo, y que entreveo gozosamente en quienes, como yo, le tratan así. Es de casa..(Padre Manolo Morales o.s.a.)
Cuando vivimos la condición primordial para que se produzca este fenómeno; es decir, cuando vivimos el amor recíproco hasta las últimas consecuencias, dispuestos a dar la vida uno por el otro, Jesús está realmente vivo y presente entre nosotros.
Esto lo experimento en mi vida día a día, en la comunidad en la que vivo y con personas que comparten el mismo ideal cristiano.
No es una sensación de que Jesús esté presente, es una realidad. Nuestras acciones son su acción en el mundo. Es una de las formas por las que se cumple su promesa de estar con nosotros hasta el fin de los tiempos.
Es una presencia viva y activa. Es la manera en que podemos dar Jesús al mundo: amándonos mutuamente Él está vivo entre nosotros y todos creerán.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento