Antes de arremangarnos e iniciar la lucha diaria, debemos entregar todo en manos de Dios.
“Ustedes tienen contados todos sus cabellos” (Lc. 12,7)
En muchos pasajes de los Evangelios se habla de la confianza que debemos tener en Dios que conoce profundamente todas nuestras necesidades.
“Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran… y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta”; “Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura”; “A cada día le basta su aflicción.” (Cf. Mt. 6,24-34)
La providencia de Dios es más exacta que nuestros proyectos, en ella no hay sobras y no hay necesidades. Confiemos!
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Qué más tendrá que suceder para que nos enteremos de que Dios es solo Él, y nosotros, criaturas vulnerables; que se ocupa Él de nosotros e interviene, si le dejamos. Pero solo terminaremos entendiendo si "nos hacemos como niños". (P.M.)