Para vivir esta propuesta debemos comenzar con pequeños gestos de amor en nuestro día a día. En casa, estar atentos a cosas simples que podemos hacer unos por los otros, pequeñas atenciones que, hechas con la intención de amar, pueden generar un clima de armonía en el seno familiar.
En el trabajo, saludar a todos, empezando por el portero, el personal de limpieza, el colega que trabaja a nuestro lado. Ofrecer ayuda, interesarnos por su vida y sus preocupaciones.
Ser amable con los amigos, visitar algún enfermo, estar presentes en los momentos importantes y felicitarlos por sus conquistas.
Es decir, pensar en el otro. Incluso llegar al punto en que sus preocupaciones y sus necesidades también son nuestras.
Es el amor que nos da esa sensibilidad y nos hace ver las necesidades del otro.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Si la indiferencia y el desamor pueden mantenernos ciegos y fríos, el amor permite "adentrarnos" en el corazón del otro y adivinar su necesidad. Jóvenes "por un mundo unido" proponen hoy "donar a nuestro prójimo algo que necesite". (P.M.)