Aquellos que creen en la resurrección de Jesucristo nunca pierden la esperanza.
La certeza de la resurrección debe crear una nueva mentalidad entre nosotros. En todo lo que hacemos debemos tener este punto de vista: incluso de los fracasos surge una nueva vida.
El que hace el bien ve el bien. Cuando practicamos el bien, comenzamos a ver el bien que existe en el mundo. Es silencioso, aparece muy poco en los medios de comunicación, pero existe.
El que ama ve. Esta afirmación tiene un significado muy profundo y verdadero, porque el amor ve amor; es decir, amando vemos aquello que el mundo no ve: el bien y la esperanza que se difunde por medio de nosotros y de muchas otras personas.
Podemos llevar esperanza a todos, y para que crean es necesario que la esperanza seamos nosotros.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento