A menudo escuchamos a alguien decir que no sabe cuál es la voluntad de Dios. Sin embargo, hay un modo de saber cuál es Su voluntad: adecuar a nuestra vida su Palabra
Y las Palabras de Dios son siempre actuales, en todo momento y en toda circunstancia: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”; “Ámense unos a otros como yo los he amado”; “Haz a los demás lo que te gustaría te hicieran a ti”; “Todo lo que hicieron a uno de estos mis hermanos es a mí que me lo hicieron”; Amen a todos, sin hacer excepción de personas”; “Amen a sus enemigos, hagan el bien a quienes los persiguen y oren por los que los odian”
Es difícil, pero no imposible; es para todos nosotros y no solo para personas especiales. Es para nuestro día a día y no solo para el día que reservo para hacer algunos actos de caridad.
Esta puede ser mi actitud con cualquier persona que cruce mi camino hoy, y no solo para unos pocos elegidos por mi preferencia.
Esto significa lanzarse con decisión a hacer la voluntad de Dios.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Cuando la conciencia avisa que andamos equivocados, Dios, que es nuestro Agricultor, se ofrece a podar y cortar. Si somos valientes, Él procede, devolviendo el vigor y los frutos a "la planta". Ese Amor Suyo es savia poderosa y es libertad. (P.M.)