La ayuda no siempre es algo material. Es sobre todo una presencia fraterna que acoge, escucha y comprende; es una mano en el hombro que transmite confianza y da garantía de que caminamos juntos.
La ayuda puede ser la oración constante de los unos por los otros. O hecha juntos en algunos momentos con la seguridad de que ya nos han atendido.
Caminar juntos es compartir la vida, es seguir adelante juntos. No necesariamente juntos físicamente, sino unidos por un mismo ideal.
El objetivo es llegar juntos delante de Dios. No solo en la eternidad, sino, reconociendo su rostro en cada prójimo que sufre y que necesita de nuestra ayuda.
Ayudar es lo mismo que caminar juntos. Y caminar juntos significa ayudarnos mutuamente.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento