Cuando amamos tenemos otra visión del mundo: tenemos el coraje de permanecer del lado de la verdad y denunciar la injusticia, así como tenemos la capacidad de perdonar; tenemos la fuerza de enfrentar nuestros miedos, porque quien ama no teme; tenemos el ánimo de seguir adelante, incluso en medio de las dificultades, porque el amor fortalece a la fe que mueve montañas.
El amor es el motor de la vida, es el muelle impulsor en los momentos difíciles, es el agua que sacia el alma en los momentos de aridez, es el bálsamo que cura la herida de las relaciones rotas.
Delante cualquier dificultad, de cualquier situación, si seguimos amando, no encontraremos problemas, sólo encontraremos amor.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Cuando Dios nos anima a "no tener miedo", no lo dice desde fuera, sino como el "Maestro interior" que infunde personalmente el ímpetu que nos pide. San Agustín rezaba: "Dame, Señor, lo que me pides y pídeme lo que quieras". (P.M.)