La fe nos hace soportar cualquier tipo de sufrimiento con la seguridad de que todo contribuye al bien de quien ama a Dios.
Escalar montañas, cruzar desiertos, navegar en aguas turbulentas o incluso pasar por el valle de la muerte, el amor nos hace soportar todo.
Superar los temores y las dudas, enfrentar los tormentos de las traiciones, de las persecuciones e injusticias sin perder el brillo en los ojos, porque vemos todo a través del prisma del amor de Dios que da color y sentido a todas las cosas.
Soportar todo por amor, en la certeza de que el fruto de la cruz es la resurrección.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Es la fuerza íntima que nos transforma y engrandece, el amor. Y el corazón creyente sabe además que no hay dolor, ni personal ni social, en que no haya penetrado Dios, el Amor más grande. El dolor pasará. El Amor durará siempre. (P.M.)