Si males de todo tipo infectan constantemente nuestra Casa común, hay también un Bien más Poderoso -Dios, el Amor, en nosotros y en medio de nosotros- que limpia los corazones, y es Antídoto y Cuidado amoroso de todo y de todos. (Padre Manolo Morales o.s.a)
“Sean fecundos, multiplíquense, llenen la y sométanla” (Gen. 1,28)
En el relato de la creación, Dios encomienda toda la creación a los cuidados del ser humano: para dominar todos los animales de la tierra, del mar y las aves del cielo, y disfrutar de todas las plantas fructíferas y que dan semilla. (Cf. Gen. 1,29-31)
Someter la tierra en el sentido de cuidarla, de velar por su integridad; en el sentido de evitar la depredación y la explotación desordenada.
Cuidar de la creación para volver a ponerla con toda su exuberancia, delante de su Creador.
Es suficiente que cada uno de nosotros desarrolle la conciencia de la preservación, para que podamos reconstruir el Paraíso en la tierra.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento