En mi casa, con la familia, en el trabajo, dentro de mí... ¡Sobre todo, con Dios dentro mí! Solo Él, entrando en el corazón, es capaz de liberarlo de esta horrible manía de la guerra, el odio, el rencor, la confrontación... (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Tejer la paz puede entonces ser un entrelazado de relaciones personales, que también pueden extenderse a lo colectivo e incluso entre naciones.
El tejido es la composición de las relaciones. La paz es un bordado que creamos sobre este tejido. Durante su preparación y una vez finalizado, el bordado tiene dos caras: la cara del diseño, que es bonita a la vista. Y el reverso, lleno de nudos, donde no se puede identificar claramente el diseño.
El lado bonito es la paz. El lado opuesto son las negociaciones, los desacuerdos, los intentos de reconciliación, etc.
Chiara Lubich utilizó esta comparación para ejemplificar la unidad entre nosotros: el lado del bordado es la unidad que otros ven. El reverso es nuestro esfuerzo y nuestro amor por Jesús crucificado.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento