Que no viajaremos siempre con el viento a favor, es una evidencia. No solo los vientos de fuera (las ideologías del mundo), sino los de dentro (nuestros pensamientos negativos) pueden contradecir la voz de Dios. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Avanzar contra la corriente significa defender los verdaderos valores, viviendo el principio de la honestidad y la pureza de corazón que evidencia todas las virtudes.
Avanzar contra la corriente es vivir el amor conociendo sus consecuencias, siendo testigos de la verdad.
Es necesario decir un no convencido, a todo lo que viene del mal y decir un sí fortísimo al bien, convirtiéndose en un defensor de la vida verdadera que nos eleva a la dignidad de hijos de Dios.
Ir contra la corriente es tener el coraje de asumir los principios evangélicos de las Bienaventuranzas:
"Felices los que son pobres de espíritu, los mansos, los que lloran, los misericordiosos, los puros de corazón, los justos y los constructores de paz". (Cf. Mt 5,1-12)
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento