No sintamos que somos "alguien". No dejemos espacio para sentimientos de orgullo y arrogancia. Hay que recordar que lo más importante es amar a nuestro prójimo. Usemos esta nueva situación para servir mejor a nuestro prójimo, sin descuidar las "pequeñas" cosas de la vida. Sí, no importa cómo resulten las cosas para nosotros, recordemos que el cristianismo significa amar, y de una manera especial preferir lo "menos".Chiara Lubich
Detenerme estos días ante un Recién Nacido que es Dios, me enseñará a no sentirme el ombligo del mundo, ni creerme autosuficiente, sino servidor de los demás, paciente, comprensivo. Contra soberbia, humildad. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Mis defectos sólo podrán superarse si descubro el antídoto para cada uno de ellos. Es decir, una virtud que reemplace ese defecto.
Para el orgullo, la humildad; para la ira, la mansedumbre; para la intolerancia, la paciencia; para curar todo tipo de males que puedan contaminarme, la pureza de corazón.
“Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos” (Mt. 5,3)
El antídoto para vencer el orgullo es ser pobre de espíritu, ser humilde.
El amor me hace humilde, porque amar significa negarme a mí mismo para servir al otro.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento