¡Tenemos al Padre dentro de nosotros! En nuestro " frasco de arcilla" el Padre está presente. Podemos arrojar todas nuestras preocupaciones sobre él, todo lo que nos preocupa, como sugiere el apóstol Pedro. Porque esto es lo que haces con un padre, te encomiendas a él, en todo y para todo, con total confianza. Chiara Lubich
A Dios nunca le son ajenas nuestras cosas, más aún si son arduas y complicadas; a no ser que nosotros le excluyamos. Aun así, Él no se va; espera que volvamos a abrir el corazón. Y su nuevo abrazo nos salva. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
“Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará” Mt. 8,8)
Jesús alabó la gran fe del centurión, que ni siquiera era judío, pero confiaba en el poder de Jesús. Él podía curar a su sirviente.
Podemos imitarlo y entregarnos completamente en las manos de Dios a lo largo de hoy. Confíar en que Dios nos cuida y nada sucede sin su permiso. O, mejor dicho, todo puede pasar con su acción misericordiosa. Nada es imposible para él.
¡Confiemos! Entreguemos todo en tus manos y veremos suceder milagros en nuestra vida.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento