En muchos monasterios hoy es un día de silencio y oración. Como una "hora santa" en que algo termina y algo empieza, la noche, con el mundo en nuestro corazón, cuánto que agradecer y cuánto por lo que pedir perdón. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
El último día del año es el día para expresar nuestra gratitud a Dios y a todos.
Podemos expresar gratitud a cada persona que conocemos, por el don que representa para nosotros.
Cada prójimo que encontramos representa una oportunidad para vivir el amor, de sembrar paz en su corazón. De cierta forma, él es un don para nosotros porque nos da la posibilidad de amar, de practicar el bien, de cultivar el amor en nuestro corazón.
Un hermano que nos lastima, que nos hiere, abre ante nosotros el horizonte del perdón y de la misericordia, que es la victoria del bien sobre el mal. En este caso, podemos expresar gratitud a Dios porque Él nos ayuda a vencer el mal dentro de nosotros.
Expresar gratitud es aprender a no desperdiciar ni un solo minuto del gran regalo que es la vida.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento