"Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó..."
"Quizás nos sentimos descorazonados y desanimados por el mal, las injusticias, la corrupción y los escándalos que ocurren a nuestro alrededor, y por la aparente falta de coherencia en la vida de aquellos que se llaman cristianos. Quizás sentimos el drama de las divisiones que todavía existen entre las Iglesias cristianas, que nos hacen sufrir tanto. Es precisamente en estos momentos cuando debemos recordar esta Palabra de Vida y seguir amando, tomando siempre la iniciativa. Tenemos que ser como Dios, ricos en misericordia" Chiara Lubich
San Juan Bosco a quien ejerce alguna autoridad sobre los demás: "Ponte a su servicio, como Jesús, que vino para obedecer y no para mandar, y avergüénzate de todo lo que pueda tener incluso apariencia de dominio". (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Nuestro amor puede ser tan puro y tan intenso que puede superar las barreras del juicio, la condenación y la impiedad ante las debilidades de nuestro prójimo.
"Amarás al Señor tu Dios...y a tu prójimo como a ti mismo". (Lucas 10:27)
La medida de nuestra misericordia para el otro, es la misma que queremos para nosotros mismos.
Imbuidos de la comprensión de la justicia humana, nos resulta difícil actuar con la justicia divina, que perdona sin castigo al arrepentido, y al contrito y humilde de corazón con ternura y compasión.
Pidamos a Dios que nos dé la gracia de poder amar a todos, no según los méritos, sino según la medida de Su misericordia.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento