Hay tantos motivos para la tristeza en "este valle de lágrimas", que necesitamos rememorar siempre aquellos momentos de luz y gracia que Dios nos ha regalado, o buscarlo hoy a Él, dispuesto siempre a elevarnos y hacernos felices. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Me alegro con todo lo que Él me da, por librarme del mal y por bendecirme en todo lo bueno que hago.
Me alegro por mi familia y amigos.
También puedo alegrarme por los dolores que logro soportar con su ayuda, por las dificultades, por las alegrías y las tristezas, por todo lo que me ayuda a llegar más cerca de Él.
Me alegro por los desafíos que me hacen superar el miedo y aumentar la confianza en Su amor.
Tengo una inmensa alegría por su misericordia que anula mi pecado y me hace fuerte, que sostiene mi poca fe y me hace mover montañas.
¡Siempre me regocijo en el Señor, por todo y para siempre!
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento