Es una letrilla de santa Teresa que nos hará bien saber y repetir: "Nada te turbe/, nada te espante/, todo se pasa/. Dios no se muda/, la paciencia/ todo lo alcanza/. Quien a Dios tiene/ nada le falta/. Solo Dios basta". (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Para mí lo que me mantiene en serenidad es la oración.
Intento rezar en todo momento: en momentos de dedicación exclusiva, pero también cuando estoy en el tráfico, en una sala de espera, cuando viajo. En definitiva, en cada momento posible. Incluso durante el trabajo u otra actividad, trato de ofrecer a Dios lo que estoy haciendo. Esto también es oración.
El fruto de esto, es la serenidad en mi corazón.
Manteniendo la serenidad logro afrontar los momentos difíciles sin perderla, porque en esas ocasiones intensifico mi oración.
Conservo la serenidad en mi corazón cuando mi relación con Dios es íntima y continua.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento