Como servidores y nunca por nosotros solos. Haciendo con humildad lo que es posible, y confiando el resto a Dios. Es Él quien gobierna el mundo, no nosotros. Sin olvidar que "quien reza no desperdicia el tiempo". (Padre Manolo Morales o.s.a.)
¿Pero, por dónde empezar? La parte del mundo que realmente puedo cambiar para mejor, soy yo mismo.
Entonces, todo lo bueno que quiero ver en el mundo, debo empezar a cambiarlo en mí mismo.
Los efectos de este cambio no tardarán y pronto se verán a mi alrededor.
Cuando siembro bondad, perdón, comprensión, respeto a mi alrededor, cosecho lo que sembré.
Cuando me convierto en una nueva criatura, llena de amor por todos en cada situación, estoy construyendo las bases de un mundo nuevo y mejor.
Un buen lema que puede ayudarnos a construir un mundo mejor es la famosa frase de Juan de la Cruz, místico español: “Donde no hay amor, pon amor y encontrarás amor”.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento