Descubrir la armonía que se esconde en ella, mirarla, contemplarla, respetarla. Es obra de Dios. Él está presente en ella. Es, como rezaba Francisco de Asís, "una hermana" con la que convivimos, una "madre que nos acoge en sus brazos". (Padre Manolo Morales o.s.a.).
No es sólo una responsabilidad ambiental, sino también espiritual, porque la Creación es un don divino confiado al cuidado humano. Cuidarlo es esencial para el bienestar del planeta mismo y de todas las criaturas.
Desde un punto de vista científico, podemos decir que se trata de cuidar los ecosistemas para promover la supervivencia de las especies.
Desde un punto de vista espiritual, es respetar la Creación como una obra de Dios.
El ser humano es capaz de equilibrar el progreso y el cuidado del medio ambiente para garantizar un planeta saludable. Sin embargo, es necesario crear una conciencia colectiva sobre el tema, para comprender el impacto de la destrucción en curso y cuales las ventajas de la conservación.
La tierra es nuestra, pero nos la dio Dios.
“Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes.” (Sal. 24[23],1)
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento