Está en nuestra propia condición, ser un don para los demás. Así nos pensó el Creador. Que en este mundo todo esté en relación de amor con todo. Se rompe la armonía cuando cesa el amor común y prevalece el individualismo. (Padre Manolo Morales o.s.a.).
Dios nos da talentos innatos y la capacidad de adquirir habilidades, que, sin embargo, no deben utilizarse solamente para nuestro propio beneficio.
Cada uno, según la gracia recibida, debe ponerse al servicio de los demás, como administrador y no como dueño de esta gracia concedida por Dios. (Cf. 1Pe. 4,10)
Cuanto más reduzcamos el individualismo, más podremos disfrutar de la diversidad de dones recibidos por cada uno.
Todos tenemos talentos que, cuando los compartimos por amor, se convierten en luz para todas las personas que nos rodean.
Tratemos de identificar los dones que tenemos para ponerlos en comunión.
Ellos son tesoros que se multiplican y benefician a todos, y a nosotros también. Porque a quien tiene, le será dado aún más, y tendrá en abundancia. Principalmente el don de conocer los misterios y las gracias de Dios. (Cf. Mt 13,12)
Abrazos,
Nacimiento de Apolonio Carvalho