La jornada y la vida toda, que es como una construcción. Cimentarla sobre "materiales" que no sean amor a Dios y al prójimo, es "construir sobre arena". Solo el amor inteligente es "la Roca que nos salva" del hundimiento. ¡Manos a la obra! (Padre Manolo Morales o.s.a.).
Basar el día en el amor significa comenzar cada mañana con una actitud de bondad, alimentando en el corazón el deseo de amar a todos.
Significa construir una casa sobre la roca. Es decir, construir nuestra vida sobre principios sólidos, seguros y duraderos, siguiendo el ejemplo que Jesús nos dio en Mateo 7, 24-25, que nos enseña la importancia de basar nuestra vida en valores eternos, como el amor.
Basar el día en el amor nos da estabilidad en Dios, resistencia para enfrentar las tormentas; nos ayuda a permanecer en la verdad y en la bondad. Principios inmutables, ya que el amor es fundamento divino.
Empecemos el día con el amor propio, que es cuidarse a uno mismo, para tener una medida de cómo amar a los demás.
Empecemos el día con el perdón, ya sea pidiéndolo o concediéndolo para liberar nuestro corazón de resentimientos.
Hagamos de nuestro día una casa construida sobre la roca, que enfrenta las tormentas de la vida y no se desmorona, porque su fundamento es el amor.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento