Ser gente de esperanza significa creer que Dios llevará a cabo la obra de nuestra santificación.
Significa creer que es posible vivir el Evangelio, que el bien es más fuerte que el mal y que ningún acto de bondad quedará sin frutos.
Significa estar convencido de que el futuro preparado por Dios será más hermoso que ahora.
Significa saber subordinar nuestros planes, que siempre son tan limitados, a los inmensos planes que Dios mantiene escondido en su amor.
Jesús murió y resucitó para darnos esperanza y hacernos personas capaces de comunicar esperanza a otros. "
Chiara Lubich
Para superar las frustraciones y fracasos de la vida, cuando no vale solo un pequeño desahogo o un apoyo amigo. Necesitamos la gran "esperanza-certeza": que el poder del Amor Eterno que Dios nos tiene, es indestructible. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Adoptar una actitud positiva y optimista delante de las circunstancias de la vida. Creer que un mañana mejor es posible y que nuestros sueños y deseos pueden hacerse realidad.La esperanza es una virtud ligada directamente a Dios, por lo que la verdadera esperanza consiste en poner todo en sus manos. Con esta decisión, la esperanza se convierte en una gran fuerza, que nos ayuda a superar los obstáculos, enfrentar los desafíos y perseguir nuestros objetivos.
Vivir con esperanza es elegir creer en la mejor solución incluso cuando las cosas parecen difíciles, es creer que hay una luz al final del túnel.
Cuando vivimos el amor, también vivimos la esperanza. Y el amor es la luz.
Donde hay amor hay esperanza. Y donde hay amor y esperanza hay fe.
Fe, esperanza y amor: la tríada virtuosa que nos une a Dios.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento