A veces se tratará de cambios incluso pequeños, pero que rompen la comodidad de nuestras rutinas y nos desasosiegan. No. La "aventura" de vivir exige agilidad, desprendimiento, libertad interior... Cada día y cada hora tienen su afán. (Padre Manolo Morales o.s.a.).
Al principio, el esfuerzo se siente como una carga: cada paso exige atención, cada decisión da trabajo. Pero poco a poco, este mismo esfuerzo se convierte en una experiencia de aprendizaje, y lo que antes parecía difícil empieza a fluir con más naturalidad.
Superar el esfuerzo de cambiar, es descubrir que el cambio no es solo una tarea agotadora, sino un proceso que abre nuestros horizontes. Es comprender que la gracia de Dios actúa precisamente en lo que parecía demasiado difícil, transformando las luchas en crecimiento, la resistencia en esperanza.
En definitiva, no se trata de negar que el esfuerzo sea necesario, sino de superarlo hasta que encontremos el punto en que el cambio deje de ser una carga y se revele como un regalo.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento