Cuando dejamos de ser afables y afectuosos, tal vez con la excusa de guardar distancias y mostrar seriedad en el servicio, ¿no estaremos deshumanizándonos y olvidando cuánto necesitamos todos de "una atención que salga del corazón"? (Padre Manolo Morales o.s.a.)
A menudo, quien la recibe no sabe por qué, pero siente el corazón más liviano, como si hubiera encontrado un refugio en medio de la prisa de la vida cotidiana.
Sonreír también es una forma de decir "tu importas" sin necesidad de palabras. Es un pequeño gesto, pero que conmueve profundamente porque nace de la generosidad.
Y lo curioso es que, cuando regalas una sonrisa, siempre regresa. A veces de inmediato, a veces de formas inesperadas, pero nunca se pierde.
Es un hermoso gesto de amor cuando se da con sinceridad y espontaneidad. Y podemos estar seguros de que irradiará belleza y calidez allá donde llegue.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento