“Donde haya discordia, lleve yo la unión” (Francisco de Asís)
La base sólida de las relaciones es la caridad.
Cuando ella está presente, no hay malentendidos, no hay incomprensión ni resentimientos.
Donde hay caridad, hay concordia, serenidad, alegría, y sobre todo paz.
La fuerza de la caridad levanta al decaído y corrige al errante. La caridad es maestra de vida y nos da sabiduría para enfrentar todas las dificultades.
Es el bálsamo que afianza y fortalece, reanima y entusiasma y ni siquiera la muerte puede vencerla. Existe eternamente, porque viene de Dios y vuelve a Él por medio del amor que hay entre nosotros.
Llevemos la caridad a todas partes, y así construiremos también la concordia.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Me parecerá insignificante la concordia que construyo en casa, en mi ambiente, cuando deje de creer que esa unión de corazones "invita y atrae la Presencia de Dios". ¿Él, luego, no sabrá llegar más allá de todas nuestras fronteras? (P.M.)