Sé que el sufrimiento forma pare de mi existencia, pero no es lo mismo sufrir solo que vivirlo acompañado/a. Ese dolor compartido ayuda a encontrarle sentido, que lo tiene, a purificarme, madurar. y abrirme a la esperanza. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Los sufrimientos más crueles son la soledad, el abandono, la incomprensión y el olvido por parte de los familiares.
Muchas personas sólo tienen la compañía de su propio dolor.
Estemos atentos a quien sufre, empezando por nuestros familiares y amigos. Una visita, una llamada telefónica, un recuerdo, son más importantes que la solución de sus problemas.
Si participar de la alegría de alguien aumenta su felicidad, compartir el dolor de quien sufre le trae alivio y valor para seguir adelante.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento