En el Evangelio de Lucas, capítulo 10, se relata el episodio en el que Jesús reprende a Marta, quien, abrumada por las tareas del hogar, se queja de María, su hermana, que no la ayuda porque eligió escuchar a Jesús.
Aquí el Evangelio no quiso mostrar dos tipos de personas, sino dos tipos de actitudes que todos podemos tener.
Las preocupaciones y las tareas pueden desviar nuestra atención de lo esencial si no las ponemos en primer lugar.
Dios debe estar en primer lugar, el amor debe estar en primer lugar, y todo lo demás nos será dado por añadidura.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento