“Todo aquel que me reconozca delante de los demás, yo también lo reconoceré delante de mi Padre que está en los cielos; pero el que me niega delante de los demás , yo también lo negaré delante de mi padre que está en el cielo. (Mt 10:32-33).
"¿Cómo podemos vivir su palabra? Él dice: 'Todo el que me reconoce... Demos testimonio sobre todo con nuestro comportamiento: con la honestidad de nuestras vidas, nuestro compromiso con los buenos valores morales, nuestro desapego del dinero, nuestra participación en las alegrías y sufrimientos de los demás. Si alguien nos pregunta por qué nos comportamos así, y se preguntan por qué estamos tan tranquilos, a pesar de vivir en un mundo tan turbulento, podemos responder con humildad y sinceridad de la manera que el Espíritu Santo nos sugiera. De esta manera, daremos testimonio a Cristo también con nuestras palabras e incluso con nuestras ideas. Entonces tal vez muchos de los que lo están buscándolo lo encuentren. "
Chiara Lubich
¿La conciencia me remuerde (¡qué palabra tan expresiva!) cuando no soy fiel a la verdad? ¿Mi corazón percibe el impulso interior de amar de manea auténtica? ¡Dios proteja mi rectitud, por el bien de toda la humanidad! (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Podemos sustituir la palabra rectitud por otras que puedan explicar su significado: honestidad, justicia, lealtad o fidelidad, imparcialidad, equidad.
Sin embargo, hay otra palabra que puede reemplazar rectitud y todas las demás. Es la palabra amor.
Quien tiene amor puro actúa con rectitud, pues sólo desea el bien del otro; es honesto en sus sentimientos, justo en su comportamiento; es imparcial porque ama sin intereses; actúa con equidad porque no distingue entre personas.
Finalmente podemos concluir que la persona que ama, siempre actúa con rectitud.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento