¿Seremos capaces de decirle a Dios nuestras cosas como se las dice un niño a su padre, a su madre? No se trata de repetir rezos mecánicamente, sino de conectar nuestro corazón con el corazón de Dios. Que eso es orar. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Cuando hablamos con alguien que nos ama, tenemos la seguridad de que esa persona nos escucha.
Esto es lo que sucede cuando hablamos con Dios. Nosotros rezamos y Él nos escucha en todo.
Sin embargo, no confundamos escuchar con satisfacer nuestra voluntad. Él nos escucha porque nos ama inmensamente, pero no nos da todo lo que pedimos. Él nos da todo lo que necesitamos. Y para eso ni siquiera necesita escucharnos, porque Él ya sabe lo que necesitamos.
Podemos hacer de nuestro día un diálogo constante con Dios. Podemos rezar en todo momento, podemos hablar con Él en todo momento.
Para mí, lo que me hace rezar con confianza es saber que Dios me ama inmensamente.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento