Como hicieron nuestras madres con nosotros. Como hace la Virgen Madre, "estrella del mar", en esta travesía, a veces oscura y borrascosa, de la vida. ¿Y yo puedo ser luz cercana, esperanza y orientación para los demás? (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Más importante que resolver los problemas es hacer que la otra persona se sienta amada. Hacerle sentir una presencia amiga y solidaria a su lado.
La Regla de Oro, hacer a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros, es la medida ideal del cuidado que podemos tener por nuestros hermanos y hermanas.
Amar al prójimo como a uno mismo es la norma de las normas, es el cuidado más eficaz que puede existir.
Dar la vida por amor al hermano es un cuidado extremo por su vida, por su bien. Es el cuidado que Jesús tiene por cada uno de nosotros.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento