Es verdad que la vida sufre la enfermedad y la limitación, pero quien socorre y alienta, llena de amor su corazón y el de la otra persona. Llenar el corazón de ambiciones y egoísmos es inflarlo de aire. "La plenitud es el amor" (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Debemos vivirlo de la manera más concreta posible, para llevar a cabo el plan de amor que Dios pensó para nosotros.
Para lograr este proyecto sólo tenemos el momento presente.
Como dicen en el lenguaje popular: "¡Hay que vivir la vida!"
Hay quienes entienden que esto significa buscar divertirse, aprovechando el tiempo libre; Hay quienes piensan que la vida alcanza su plenitud a través del trabajo o del estudio; hay también quienes centran todos sus esfuerzos en vivir profundamente una espiritualidad o religión.
Cuando tenemos en mente el amor, todos estos aspectos están contemplados, porque el verdadero amor es la plenitud de la vida.
El amor puro es la semilla de lo divino que llevamos en nuestro ser. Cuando la plantamos en todo lo que hacemos, vemos florecer la vida con toda su fuerza, la vida plena.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento