Nos duele la guerra, las desigualdades, los odios, pero también que alguien trate con altanería a otros. Es misión nuestra mantener con los demás actitudes de respeto y armonía. Somos una familia en el proyecto de Dios. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
A primera vista, estas dos definiciones pueden parecer contrastantes, pero Dios es justicia y amor.
Nuestra humanidad nos lleva a entender la justicia sólo como castigo para los injustos y recompensa para los justos.
Estos conceptos son los mismos para Dios, sólo que están impregnados de un inmenso amor.
Cuando vivimos el amor al prójimo y somos misericordiosos, nuestro amor puede ser recompensa y corrección, sin dejar de ser amor.
Para simplificar, podemos decir que la justicia no se puede confundir con la venganza y el odio, sino que siempre debe ser amor.
Hoy podemos practicar la justicia buscando reconocer el mérito de todas las personas que encontramos: el mérito de ser amadas por nosotros como Dios las ama.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento