Porque es ahí, en el corazón, donde "se genera". El amor es luz. Amando, veo; sin amor, voy a oscuras. Es una llama el amor que debo defender de mi amor propio, mi impaciencia, mi desesperanza, mis juicios.... (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Imaginemos una casa completamente a oscuras, donde tuviéramos que realizar todas las tareas del hogar. Habría muchos inconvenientes.
Así es nuestro corazón cuando perdemos la luz del amor. Los sentimientos están en desorden y todas nuestras acciones se enredan en el desorden.
La luz que viene del amor nos da serenidad y nuestras acciones son un reflejo de ese amor.
Vale la pena custodiar, a toda costa, la luz en nuestro corazón.
Esta luz ilumina nuestras acciones, nuestras ideas y nuestras relaciones.
Toda nuestra vida estará iluminada por esta luz que viene del amor, que viene de Dios.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento