Hoy hago un pequeño examen de conciencia: cuando estoy en desacuerdo con alguien, qué siento en mi corazón? Rabia, por qué el otro no está de acuerdo conmigo? Decepción? Tristeza?
De todos modos no estoy en paz. Como diría un viejo amigo: entre dos que no están de acuerdo, hay dos razones, la de uno y la del otro. Entonces, qué hacer para superar la discordia y estar en paz conmigo mismo y con la otra persona?
La única cosa que me viene a la mente es: saber perder la propia idea para evitar la discordia; aceptar al otro tal como es; establecer un diálogo, que no es solo escuchar, sino vaciarse para acoger plenamente al otro. Es decir, “hacerse uno” con el otro.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
¡Hoy anuncio y fiesta de familia! Una jovencita de Nazaret concibe en su seno al Dios que baja a ser uno más entre nosotros. Llega, por María, la Inocencia a salvarnos de la soberbia y la división. Con Francisco, nos consagramos hoy a Ella. (P.M.)