En 1º Corintios 13, Pablo dice que hay tres virtudes esenciales que nos unen directamente a Dios: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más grande de ellas es el amor.
La fe y la esperanza nos unen ante todo con Dios. Nos unen cuando profesamos la misma fe y tenemos la misma esperanza.
El amor, a su vez, nos une a los demás y a Dios al mismo tiempo. Quizá sea por esto que Pablo lo considera más grande.
Pero hay otro motivo más: cuando estemos frente a frente con Dios, la fe y la esperanza ya no serán necesarias, porque ya habremos llegado a la meta. En cuanto al amor, permanecerá eternamente, porque el Paraíso es la plena realización del amor recíproco.
Demos testimonio de que el amor es posible entre todos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento