La mejor ayuda que podemos brindarle a alguien es enseñarle a superar las dificultades y resolverlas definitivamente. Vale la frase popular que dice “Enseñar a pescar, en lugar de dar el pescado”
Algunas emergencias requieren asistencia inmediata y la caridad nos sugiere qué hacer en ese momento, pero eso no impide que ayudemos al otro a levantarse con sus propias fuerzas. Sería como darle el pescado y al mismo tiempo enseñarle a pescar.
Lo que realmente importa es amar al otro como a nosotros mismos, poniéndonos en su lugar para decidir cómo ayudarlo.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
No importa si con mucho o con poco, si se nos ve o no; importa que el corazón no se canse de transformar el día en una jornada de amor fraterno. Atendiendo siempre al grito de Dios que nos pregunta a todos: "¿Dónde está tu hermano?" (P.M.)