Recomenzar no significa hacer todo de nuevo. Significa volver a amar como si fuera la primera vez, con entusiasmo y determinación.
Significa renovar la convicción de que solo importa el amor. Es él que hace nuevas todas las cosas.
El Espíritu Santo infunde el fuego de su amor en los corazones que desean recomenzar reconociendo sus errores.
El infinito amor de Dios no cuenta nuestras caídas, sino que cuenta nuestros recomienzos. Cuenta las veces que nos levantamos y volvemos a amar.
Nunca es tarde para recomenzar, porque el premio será el mismo para todos, también para “los obreros de la última hora”. (Cf. Mt. 20,1-16)
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Con nuevo sprint. Que no serán mis asuntos de hoy ni las noticias del periódico lo que hará valioso y feliz este día, sino la certeza de ese Amor más Grande que me mira y "trabaja" conmigo: "Dime con quién andas, y te diré quién eres". (P.M.)