Al leer esta frase, me vienen a la mente todas las personas que no tienen una fe religiosa, también las personas que no creen en Dios.
Cómo podrían ellos poner en práctica algo así?
Quizás en principios como la honestidad, la conciencia recta, la solidaridad, la justicia, la defensa de la verdad y muchos otros principios que toman en cuenta la dignidad del ser humano como tal.
Para quien cree se hace razonablemente fácil esta entrega total, esta confianza en alguien que con su omnisciencia y omnipresencia nos acompaña y nos da su fuerza.
Para aquellos que no creen, los principios arriba citados pueden ser su fuerza y su fortaleza. La motivación que los hace salir adelante con coraje y decisión.
Dónde nos encontramos? La respuesta que me viene es que nos encontramos en Dios, porque tanto la fe como todos los buenos principios nos llevan a Él y nos hacen encontrar su fortaleza.
Creo que nadie puede simular el bien que viene de Dios, por lo tanto todo bien viene de Él y nos lleva a Él.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Los dolores de la vida son llamadas a la humildad y la paciencia. ¿Se extraña el caminante de que le duelan pies o se le pegue el polvo? Los caminos de Dios son "de tierra", pero le llevamos a Él en el corazón, y esa "es nuestra fortaleza". (P.M.)