La ayuda recíproca es la fórmula segura del éxito.
Ayudarnos a progresar juntos en el camino de la vida.
Ayudarnos a ser más pacientes, más solidarios, más bondadosos.
Ayudar y ser ayudado es la norma de quien tiene el amor mutuo como estilo de vida.
Ayudarnos resaltando las cualidades unos de los otros o mostrando los errores, pero con una caridad súper refinada, que desea sólo el bien del otro.
Compartir el sufrimiento del prójimo a mi lado, favorecer su bienestar; multiplicar sus alegrías.
Ser humilde en saber pedir ayuda y ser aún más humilde cuando ofrecemos ayuda.
Rezar unos por los otros puede ser a veces, la única forma de ayudarnos mutuamente.
Cuando nos ayudamos unos a otros, Dios nos ayuda a todos y no nos falta nada.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Así se respirarán en el ambiente los frutos del Espíritu: paz, contento, benevolencia... luz para ver las cosas con los ojos de Dios. Y si no puedo ayudar, y sufro por ello, ese dolor ofrecido es amor puro: Dios, que es el Amor, lo ve y actúa. (P.M.)