“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.” (Jn. 14,6)
Esta afirmación de Jesús nos da mucha seguridad, porque Él es la Palabra de Dios encarnada.
Él dice que es el Camino; por lo tanto, no existe otro camino que nos lleve al Padre.
Dice que es la Verdad que es fuente de libertad para nosotros. Jesús nos garantiza esta seguridad porque Él es la Vida.
Vivir la Palabra causa una revolución en nuestras vidas. Todo tiene sentido y nada queda sin respuesta.
En los momentos de dolor y sufrimiento, nos da consuelo; en los momentos de oscuridad, nos da luz; en los momentos de alegría, nos da equilibrio; en todo momento, nos da sabiduría.
Como podemos vivir la Palabra? Para empezar, amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Esa Palabra no la dice nuestro Dios desde lejos, la dice dentro de mí; va Él conmigo mientras mi corazón lo acoja. Y sus palabras son siempre Amor. Y el amor enciende la luz. Y así "veo"; tiene luz mi sendero, y todo tiene valor. (P.M.)