“Porque el más pequeño de ustedes, ese es el más grande” (Lc. 9,48)
La lógica de Dios no es la misma que la de los seres humanos. Jesús repitió esta afirmación de varias maneras, queriendo inculcarnos su modo de pensar; es decir, estar al servicio de todos hasta las últimas consecuencias.
Quien ya experimentó seguir estas enseñanzas, descubrió con la máxima humildad, que cuánto más pequeño se hace delante de cada persona, más grande lo hace Dios delante de Él.
Ahora, entre ser grande delante de la gente y ser grande delante de Dios, elijo la segunda opción.
Por eso, hoy procuraré ser pequeño, que significa aquél que sirve a todos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Con una "pequeñez" sabia, inteligente, constructiva. ¡Son tan desagradables y estériles los "aires de superioridad"! ¡Y es tan atractiva la actitud de quien se "hace uno" con las preocupaciones, las angustias y el desvalimiento de los demás! (P.M.)