El mal comportamiento de una persona puede hacernos olvidar todo el bien que ha hecho. Nos hace actuar como si nosotros no tuviésemos defectos.
El único modo de eliminar este mal de entre nosotros es cultivando la estima de las buenas cualidades de cada uno. Todos tenemos cualidades buenas y menos buenas.
Cuando somos reconocidos solo por nuestras debilidades, nos sentimos agredidos, porque no se toma en cuenta lo que tenemos de bueno.
No debemos tolerar el error; pero tampoco mentimos cuando ponemos en relieve lo positivo de las personas.
Lo positivo reconocido, incentiva al bien y a la estima recíproca.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Es una orden del cielo que llevamos todos en la sangre, padres y madres, abuelos, hijos, familia toda, amigos, compañeros de trabajo... "Fratelli tutti". Todos embajadores de Dios, para protegernos, cuidarnos, alentamos, valorarnos... (P.M.)