¡Felices los que creen sin haber visto! (Jn. 20,29)
Todos pasamos por momentos de decisiones, en los cuales es importante entender qué hacer para estar en la voluntad de Dios.
El primer paso para comprender es escuchar la voz de nuestra conciencia. Después, tener la seguridad de hacer todo por amor a Dios y a los hermanos, y tener la humildad de no tomar decisiones solos, sometiendo nuestras ideas a la opinión de otra persona, cuando sea posible.
Por último, confiar. Creer antes de ver el resultado, tener la fe de quien ya alcanzó la gracia antes incluso de que suceda.
Siempre que me someto a la voluntad de Dios con confianza, me sorprendo con un resultado mucho mejor y superior al esperado.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
No para desconfiar de mis capacidades sino para reforzarlas y elevarlas. Que nada sostiene tanto mi autoestima como esa mirada suya, amorosa, fiel, indefectible. Buscar apoyos al margen de ese Amor será siempre "un mezquino consuelo". (P.M.)