Un corazón sin misericordia se convierte en una tierra árida y sin vida. En cambio, un corazón misericordioso, es como un árbol fecundo que da frutos buenos y sabrosos.
Quien tiene misericordia es como un faro que ilumina el camino de los errantes, porque redime y no solo castiga y corrige.
Quien tiene misericordia siembra paz, porque libera su corazón del odio y del rencor.
Quien tiene misericordia alcanzará misericordia, y podrá recitar el Padre Nuestro con sinceridad, diciendo: “Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.”
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Nos precede a todos la Verdad; no es patrimonio de nadie. Buscarla con corazón puro, defenderla y proponerla con humildad y testimoniarla con la propia vida, no es posible sin el amor a los demás, el respeto y la buena comprensión. (P.M.)