El amor vivido como un servicio que no hace distinciones, obra una renovación dentro de nosotros, y poco a poco también a nuestro alrededor.
Quiero invitar a todos en este día, a vivir lo que denominé la progresión del amor.
El amor lleva al respeto por las diferencias; lo cual lleva a la aceptación del otro como él es; la aceptación lleva a la tolerancia; esta permite el diálogo con todos; el diálogo lleva a la comunión; la comunión genera unidad que representa el amor en su perfección.
Por tanto: amor – respeto – aceptación – tolerancia – diálogo – comunión – unidad.
Lógicamente, necesitamos una gracia de parte de Dios para purificar todas nuestras faltas y hacernos caminar juntos, dejando atrás los antiguos prejuicios.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Somos "nuevos" cada vez que nos tomamos en serio el "mandamiento nuevo", es decir, nos queremos mutuamente como Dios nos quiere, sin juicios ni prejuicios. Él se hace así presente, "abre nuestros ojos" y nos vemos como Él nos ve. (P.M.)