Toda y cualquier dificultad que encontremos en este día serán superadas.
Nada puede perturbar un corazón que ama, y cada desafío le hace recordar el encuentro con el amor de Dios que cubre su vida, sublimando las amarguras y haciendo de cada obstáculo un trampolín que lo lance a lo alto, para sumergirse más profundamente en la caridad de Dios.
Si la montaña de los problemas parece muy alta para ser escalada, podemos rodearla por el camino del amor; si los obstáculos parecen infranqueables, dejémonos ayudar por los hermanos; si hubiéramos llegado al límite de lo imposible, confiemos en Dios que ya conquistó al mundo.
Vivamos este día en el amor que no conoce barreras y que no deja de amar delante de los obstáculos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Si no los elimina, los convierte siempre en trampolín para un nuevo vigor. Bastará una oración sencilla -"Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza"-, y el salto nos introducirá en el Espíritu, donde se siente la paz y el gozo y se crece por dentro. (P.M.)