El mejor modo de esperar que ocurra algo, es fijarse en el momento presente.
Mirar insistentemente el calendario no anticipa un evento esperado y deseado.
El que concentra toda su atención solo en el futuro, vive con ansiedad y sus expectativas pueden resultar frustrantes, porque se olvida de vivir la etapa más importante del futuro que es el momento presente de la vida.
Jesús nos da el ejemplo del hombre que sembró una buena semilla, pero vino alguien y sembró cizaña entre el trigo. El hombre no permitió que los empleados arrancasen la cizaña antes de la cosecha. Dejó crecer los dos y en el tiempo adecuado hizo la separación quitando la cizaña para ser quemada.
No juzguemos a las personas con quienes convivimos. Puede suceder que en vez de trigo seamos cizaña si no vivimos el amor en plenitud.
Esperemos el tiempo de Dios, porque lo único que está a nuestro alcance para cambiar, somos nosotros mismos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento