Antes de pensar en escribir un comentario sobre esta frase, hice un examen de conciencia sobre el Credo de los Apóstoles, el que es común a todos los cristianos. Para ver mi grado de convicción en cada palabra que contiene.
Después, releí la frase y la medité, ya que solo puedo compartir lo que realmente creo.
“Creo en Dios Padre”. Puedo compartir con todos, sin miedo, la alegría de tener un Padre que nos cuida.
“Creo en Jesucristo”. Compartir esta fe sin miedo, significa comprometerse con todo lo que Jesús nos enseñó.
“Creo en el Espíritu Santo”. Él es quien me da el valor para compartir mi fe sin miedo.
Y a los que no tienen esta fe, yo le digo: Ánimo! Sigan creyendo en la honestidad, en la justicia, en la verdad, en la bondad, en la solidaridad, en el espíritu de fraternidad. De esta manera, estarán ayudando a construir un mundo en el cual Dios querrá habitar.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
¡Qué poco creyentes somos si, por pudor o respeto falsos, escondemos o disimulamos nuestra fe! ¡Y qué débil es la fe cuando no compartimos lo que Dios va haciendo entre nosotros! (P.M.)