Claro que ver y palpar los resultados de nuestro esfuerzo es lo que nos mantiene animosos. Lógico. Pero lo nuestro no son los resultados, sino la fe firme de que estamos haciendo la voluntad de Dios. Y esa siempre resulta. (Padre Manolo Morales o.s.a.). .
Sólo necesitamos saber aceptar las frustraciones que nos ofrece la vida para entender cuáles son nuestros límites y, a partir de ahí, recomenzar el camino y superarlos uno a uno.
Si un problema es demasiado grande, podemos rodearlo, tal como el río rodea la montaña. No podemos cambiarlo todo, pero aprendemos a seguir adelante a pesar de todo. Así como una montaña vista de lejos parece pequeña, los problemas a distancia en el tiempo parecen mínimos o incluso no los vemos más.
Si ante cualquier dificultad mantenemos el foco en el amor, siempre tendremos luz en nuestro camino, para no desanimarnos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento